Llevamos un ritmo de vida acelerado. No descansamos lo suficiente y estamos sobre estimulados. Todo ello nos deja agotados y, aunque parece no tener solución, puede resultar interesante una opción: conocer los alimentos que dan vitalidad y energía. La clave para mantenernos activos y con energía no siempre reside en la cafeína o en soluciones rápidas, sino en algo mucho más simple y accesible: nuestra alimentación. Los alimentos que consumimos tienen un impacto directo en cómo nos sentimos a lo largo del día.
Son varios los factores que pueden provocarnos falta de energía, que van desde un estilo de vida inadecuado hasta ciertas enfermedades subyacentes. Desarrollamos las causas más comunes:
Ya hemos enumerado algunas de las razones por las que puedes experimentar falta de energía. Ahora toca recuperarla y, para ello, nos vamos a centrar en la dieta porque son muchos los alimentos que dan vitalidad y energía y que debemos incorporar en nuestras comidas.
Son muchas las vitaminas y minerales que encontramos en ciertos alimentos que nos ayudan a proteger el cuerpo contra el estrés oxidativo, mejorar la función inmunológica y optimizar la producción y el uso de energía en las células. Esto contribuye significativamente a mantener un estado de energía y vitalidad, mejorando la capacidad del cuerpo para enfrentar el día a día con salud.
Entre las vitaminas que desempeñan un papel clave en la producción de energía y el mantenimiento del bienestar general, encontramos:
Hay que asegurarse de tener una dieta equilibrada que incluya todos los nutrientes, vitaminas y minerales mencionados anteriormente y que nos ayudarán a mantener niveles altos de energía y vitalidad. Algunos de los mejores alimentos que te ayudarán en este cometido son:
Si tu dieta o estilo de vida no te proporcionan los nutrientes necesarios para tener energía y vitalidad, puede ser de utilidad el uso de complementos alimenticios que contengan vitaminas y minerales adecuados. También pueden ser útiles en personas que siguen una dieta vegana o restrictiva, embarazadas o en periodo de lactancia, aquellas con alta exigencia física o con ciertas patologías, como la enfermedad celíaca o la colitis ulcerosa, pueden encontrar de utilidad este tipo de complementos alimenticios, siempre consultando antes con un profesional sanitario.